Quizás más de uno al leer este título dará gracias a Freud (ése controvertido santo moderno) por haberse librado de la preocupación de que le crezcan pelos en las manos. Nada más lejos de mi intención. Lo que pretendo es seguir hinchando las pelotas con los prejuicios de los desprejuiciados. ¿Qué gana y qué pierde un pajero? Ésta sería la pregunta que se podría contestar si no se quiere seguir leyendo. Y me refiero al "profesional", a ése que parece estar queriendo batir récords, no al turista eventual que todos podemos ser... Yo creo que puede ganar placer, pero pierde un tipo de bienestar... el "bienestar" que tiene que ver con construir vínculos. Creo que hay algo en la esencia de la capacidad de construir vínculos que tiene que ver con renunciar al placer propio (autoinfligido) en vistas al placer ajeno. O, mejor dicho, que se puede construir un tipo menos efímero de placer (aquí llamado, arbitrariamente, bienestar) dando una "vuelta larga"
Compartiendo Psicología