Ir al contenido principal

EL TABÚ DE LA PAJA


Quizás más de uno al leer este título dará gracias a Freud (ése controvertido santo moderno) por haberse librado de la preocupación de que le crezcan pelos en las manos.
Nada más lejos de mi intención.
Lo que pretendo es seguir hinchando las pelotas con los prejuicios de los desprejuiciados.
¿Qué gana y qué pierde un pajero? Ésta sería la pregunta que se podría contestar si no se quiere seguir leyendo.
Y me refiero al "profesional", a ése que parece estar queriendo batir récords, no al turista eventual que todos podemos ser...

Yo creo que puede ganar placer, pero pierde un tipo de bienestar... el "bienestar" que tiene que ver con construir vínculos.
Creo que hay algo en la esencia de la capacidad de construir vínculos que tiene que ver con renunciar al placer propio (autoinfligido) en vistas al placer ajeno.
O, mejor dicho, que se puede construir un tipo menos efímero de placer (aquí llamado, arbitrariamente, bienestar) dando una "vuelta larga" (por llamarla de algún modo) alimentándose en el placer proporcionado a otro.
Y conste que no estoy ni intentando salir de la lógica hedonista.Según la teoría de la mente, si uno se ocupa del placer ajeno incrementa exponencialmente el placer propio.
Y si esto se redujera a lo genital sería más bien una boludez (y aún sin ello quizás lo siga siendo).
Lo que planteo es más bien algo que se podría llama "paja total" (algo así como una modalidad que está implicada en la totalidad de las conductas).
No es tan difícil de ver, me parece, que el "esquema psíquico" de este tipo de "personalidad" se basa en el egoísmo y el individualismo.
¿O sí es difícil? Ustedes diganmé.
Ya sé que alguno me tratará de moralista.
También que otros me bombardearán con "pruebas científicas" acerca de las bondades de la masturbación.
Lo que les contestaré es que el sistema nos quiere aislados. Y la promoción de la paja, no es más que otra manera de conseguirlo.
A todos esos les tengo que decir que dejen las manos quietas y lean de nuevo.
Si uno se mira sólo a sí mismo, no puede mirar al otro.
O si lo mira, lo ve como una cosa, no como una persona.
Y, si uno es incapaz de mirar al otro como persona, lo que ve es sólo un delirio narcisista.

Comentarios