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Del manual de instrucciones...




Los que tenemos lenguaje (o sea usted y yo) incorporamos también junto con éste, una especie de manual de instrucciones individual que viene a ser una especie de app o programa de amplio espectro que va guiando gran parte de nuestros actos cotidianos.
Serían como las reglas verbales de Skinner articuladas por el superyó de Freud.
Las instrucciones de las que consta ese "programa" regulan nuestra conducta social y la percepción de nosotros mismos. Desde "no debo orinar en público" hasta "no soy bueno para las matemáticas".
Algunas autoinstrucciones, por lo tanto, son útiles, incluso imprescindibles. Pero otras son autolimitantes y, muy frecuentemente, no tienen nada que ver con la realidad.
Muchas veces, por razones más bien fortuitas, a una frase soltada al azar por alguno de nuestros progenitores o figuras de referencia, le damos tal trascendencia que la convertimos en un supuesto eje de nuestra identidad.

Y así andamos a veces, soportando la carga de palabras equivocadas que, sin embargo, condicionan nuestro destino. 🤷

Pablo Berraud


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