Todo lo que existe, tiende a perseverar en su existencia, dijo Spinoza. De ahí el famoso "instinto de supervivencia" de los seres vivos. Pero la cosa en el bicho humano se complica. El bicho humano, por vivir en el tiempo, necesita recordarse permanentemente a sí mismo que él "es". Como si tuviera un disco en la cabeza repitiendo "yo soy el mismo que un momento atrás"... pero sin palabras. Si la cosa fuera verbal e individual esto se podría explicar simplemente: el tipo se está diciendo permanentemente a sí mismo quién es, porque eso es lo que para él significa "sobrevivir": tener una representación más o menos consistente de sí mismo en el tiempo. Dicho al revés: el instinto de supervivencia para el bicho humano significa estar "diciéndose" permanente e ininterrumpidamente "yo soy". Pero "diciéndose" entre comillas, porque esto no tiene necesariamente que ver con la palabra. La mayoría de este "decirse"
El Guión. Todos tenemos un Guión, que es como nuestra "carta de recomendación" para decirle al Otro quién soy. El Guión es un diálogo entre La Ley y el Yo Idealizado. El Guión es el relato destinado a afirmar la sensación "Yo, Centro del Mundo". El Guión es la película en la que somos el Protagonista Principal que, de una forma u otra, deber ser justificado. El Guión es el plan de márketing interno que nos dice (pretendiendo decirle a los demás) que somos "dignos de pertenecer" a la manada, pero a la vez reconocidos como "diferentes" (diferenciables) de los demás. El Guión es el nombre que le dan algunos autores a esa mezcla de autobiografía automática y manual de instrucciones que todo ser humano, por el simple hecho de tener (poseer/ser poseído por) un lenguaje narrativo, se ve compelido a escribir y reescribir interminablemente, como una araña que teje su tela. La función psicológica del Guión es dar sensación de coherencia: construir un rel