Se puede ser un boludo de una manera muy inteligente. Ésa es la triste realidad. Una manera inteligente de ser un boludo es considerarse a sí mismo una persona completamente racional. La verdad es que no existe tal cosa. No hay pensamiento que no esté, en mayor o menor medida, “contaminado” de cierto nivel de afectividad. En el ser humano, no existe tal cosa como el pensamiento puro, así como tampoco existe el puro sentimiento. Pensamiento, emoción y sensación son aspectos de un todo que está inextricablemente enlazado y sólo se los puede nombrar por separado para fines de estudio. Habitualmente, cuando una persona se ve a sí misma como “muy racional”, no es porque efectivamente lo sea, sino que lo que le sucede es que su percepción de sus propias emociones está bloqueada y no es capaz de detectar cómo éstas afectan sus pensamientos. El psicólogo Aaron Beck fue el primero en detectar que había algo que él llamó distorsiones cognitivas. Él, no obstan
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