Desde que se puso de moda esta idea de que el "deber ser" es neurotizante y generador de estrés, se ven reacciones de lo más extravagantes.
Una muy interesante es cuando "liberarse de todo deber ser" se convierte en el principal deber ser del sujeto en cuestión. Lo cual demuestra, dicho sea de paso, que al menos por el momento, captar la esencia del asunto es para él una total imposibilidad.
Pero la más frecuente es eliminar imaginariamente toda distancia entre el deber ser y el ser.
El tipo que, por ejemplo, tras decidir que la mezquindad o la envidia son sentimientos indeseables, en vez de ponerse a hurgar en su interior para ver cómo surgen, salta directamente a la conclusión de que, al haber reconocido que son "malos" se expurgó automáticamente de los mismos.
Es el único resultado posible mientras se habite en la palabra hueca, no hecha carne.
Entonces, me parece a mi, un "deber ser" interesante para aspirar a él, podría ser el de emanciparse de la palabra hueca.
El ser humano habita en la palabra. Pero, parecería que hay varias maneras de habitarla.
Algunos la habitan con la carne y otros sólo con la imaginación.
Esa disociación entre palabra y carne es uno de los principales problemas del neurótico.
Por eso se convierte en propagandista de cosas que no entiende.
Por eso, sin que lo note, el sistema se lo come.
Cree que ser feliz es decir que lo es.
¿Cómo se sale de la palabra hueca?
Creo que no hay recetas... pero sí sé que solo no se puede.
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