Tengo la sensación de que en nuestros tiempos (probablemente por la caída en desprestigio de la idea de "vida después de la muerte" o "vida eterna") la mayoría de las personas, ante la idea del propio fin, tarde o temprano nos preguntamos qué marca dejamos en los otros de nuestro paso por sus vidas.
Para algunos, quizás su "legado" son las cosas materiales que pudieron amontonar (bienes, propiedades) a lo largo de la vida. Esto no es necesariamente "malo" o materialista. Puede ser muy tranquilizador, en el momento de la muerte saber que los propios hijos no van a quedar desamparados y sin techo.
Otros consideran directamente a su descendencia como legado a la humanidad. Su vida no fue en vano porque tuvieron hijos.
Para otros, lo más importante puede ser su "visión del mundo" o sus valores éticos.
Otros buscarán "herederos" de su lucha (por la justicia, la verdad o lo que a cada uno se le ocurra).
Otros, finalmente, aspirarán a algo tan superficial como "la fama". Para estos, su legado imaginario es su propio 'ego'.
Otros, no tan narcisistas, querrán que su legado sea su "obra" (ya sea artística, intelectual, espiritual o material).
Borges decía algo así como que nadie muere totalmente hasta que es olvidado por el último que lo recordaba. Que la inmortalidad posible está en la memoria de los otros.
Como dije al principio, parte de nuestra construcción de sentido tiene que ver con las marcas que dejamos a nuestro paso. Con la sensación de que nuestro caminar no fue completamente irrelevante para todo el mundo.
Presiento que sólo comprenderá estas líneas aquél que haya podido pensar con serenidad en su propia muerte.
Creo que, por lo general, sólo a partir de cierta edad se piensa en estas cosas.
Aunque ahora, por la pandemia, quizás todos pensamos en la muerte posible un poco más que antes.
¿Pensó alguna vez usted en su legado?
¿Qué pensó?
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