La amabilidad de las personas suele estar en correlación con su autoestima.
A veces, parecería que la receta individualista de "Quererse a uno mismo" no suele ser más que el último recurso del que no logra sentirse amado por alguien más.
Al que se siente amado, mientras se siente amado, ni se le ocurre siquiera preguntarse por su "autoestima"... no lo necesita.
Pero cuando esa autoestima falta, no se soluciona con el simple mandato: "quiérase un poquito, m'hije", porque la única manera eficaz de construir ese "amor propio" es comprobándose a uno mismo como capaz de conseguir amor (o aprobación) de alguien más.
Lo otro, lo producido por el mandato "Deberías quererte", si logra algo, no pasa de ser una caricatura con cierto sesgo maníaco o estrafalario.
Pretender autoafirmarse solo, es como querer jugar en un subibaja sin compañero. Es extenuante. Dura poco.
Entonces la pregunta acerca de la autoestima, me parece, debería ser:
¿Cómo lograr sentirse amado?
O dicho de otra forma, ¿cuál sería la "fórmula" comportamental para conseguir reacciones afectuosas positivas y validantes de los demás?
La respuesta es obvia.
Siendo amable con ellos.
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