Por lo que pude ver, el que desprecia la ingenuidad como un defecto tiene que resolver el dilema optando por conductas menos "amigables" (todas, en mi opinión, problemáticas): puede volverse cínico, obsesivo, desconfiado, paranoico, hermitaño, misántropo, misógino, asocial, antisocial,etc.
La ingenuidad tiene que ver con la confianza básica. Aquella que sólo aprendieron "orgánicamente" los que tuvieron cuidadores cálidos, proveedores, consistentes, y predecibles.
Como eso en estos tiempos es más bien una excepción, el resto de los mortales nos tenemos que buscar otros métodos para experimentar esa emoción de confianza básica.
La tenemos que reconstruir. 🤷
Algunos confunden ingenuidad con imprudencia, y eso les dificulta más aproximarse a la experiencia.
La ingenuidad, sin embargo, no es imprudencia: consiste en mirar a las personas cada vez con ojos "nuevos" es decir, sin prejuicios ni etiquetas. Esa simple, humilde y sencilla actitud le posibilita al otro, como ninguna otra cosa, actuar desde su mejor lugar y sin estar preocupado por defenderse.
Tener ojos de niño, dijo un señor hace tiempo.
Tener ojos nuevos, para cada encuentro: esa es la ingenuidad generativa... creativa... vinculante... amorosa.
Pero si te pide plata en la primera cita, salí corriendo.😁
"Pablo Berraud
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