Hasta donde yo sé (pero corrijanmé si me equivoco) fue la psicoanalista herética Karen Horney la primera en señalar la "distorsión cognitiva" (sic) que ella bautizó como "la tiranía de los deberías".
Ellis la cazó al vuelo y la agregó a su colección de "distorsiones típicas" y le aportó otras perspectivas al asunto.
Maslow, por su parte, lo desparramó en el humanismo.
Hoy no sé si habrá alguna escuela que esté en desacuerdo con esto.
Creo que se podría llamar un concepto "transteórico" o "transescuela".
Tiene también mucho que ver con eso que Piaget llamó "moral heterónoma" y "moral autónoma". Si la moral no pasa adecuadamente de "heterónoma" a "autónoma" el individuo va a tener muchos problemas de discernimiento y, en consecuencia, corre gran riesgo de que sea llevado como ganado al matadero (como tristemente observamos todos los días en las noticias).
Pero ¿todos los deberías son "distorsiones" disfuncionales?
Por supuesto que no.
Los "deberías" son instrucciones procedimentales que posibilitan albergar "la ley" en nuestra mente y, en consecuencia, los protocolos para funcionar en sociedad.
Sin ningún "deberías", cualquier mono se va a la banquina a los tres pasos. O sea, no puede seguir las reglas de la manada... o sea, es dejado a un lado y se muere.
El ¿problema? es que los "deberías" no venían inscriptos en el ADN.
Sí el instinto gregario, pero no su contenido verbal (obviamente).
Los fuimos adquiriendo a lo largo de nuestra historia individual y social de manera relativamente inintencional, aleatoria y circunstancial.
Por lo tanto, entre otras cosas, no hay ninguna garantía de que esas "instrucciones comportamentales" estén dando resultados acordes a nuestros propios fines (ni, a veces, tampoco a los de la especie).
Por ejemplo, una persona puede estar "declaradamente" tratando de buscar pareja pero con una instrucción tácita tipo "deberías evitar la intimidad y/o disimular tus deseos con las personas que te atraigan sexualmente".
Y así, el "deberías" le impide sistemáticamente conseguir lo buscado.
Es como si una rueda del auto te empieza a girar en sentido contrario a las otras tres. Se vuelve imposible ir a ningún lugar.
Pero, como todo "deberías" es una "regla verbal", aunque de modo tácito, ESTÁ EN EL LENGUAJE y, por lo tanto, puede ser eventualmente pronunciado (hecho "conciente") por cualquier hijo de vecino, con la adecuada conversación.
Y ahí es cuando se puede mirar, discernir y actuar.
Pablo Berraud
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