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JUAN HUSS Y EL ORGULLO

JUAN HUSS Y EL ORGULLO



Hoy, en una charla con amigos, me vino a la memoria la historia del útimo momento de un sacerdote checo quemado por hereje.
Se cuenta que, ya prendida la hoguera, un leño se apartó del montón y una mujer mayor lo acercó "piadosamente" otra vez a la pira.
Las últimas palabras del prendido fuego fueron hacia esta mujer, a la que con afecto le dijo: "Dios te conserve esa santa ingenuidad".
Más allá de saber que más de uno se irá por las ramas de la hoguera y se encenderá en indignación contra las llamas y sus perpetradores, mi pregunta viene por otro lado.
¿Quién de nosotros, al sentirse atacado por gente que consideramos "inferior" (culturalmente, moralmente o lo que sea, lo cual ya de por sí no deja de ser una arbitrariedad de nuestra parte, pero no por eso dejamos de hacerlo), quién de nosotros, digo, será capaz de mantener tal ecuanimidad aún ante la injusticia?
¿Conocen hoy en día a alguien con los huevos de ser como este tipo?
¿Seríamos capaces, al ser (o sentirnos) atacados, de ser "considerados" con las limitaciones que percibimos en el otro?
¿O nos enceguece la humillación del orgullo herido?
¿Qué opinan?

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