Ir al contenido principal

UN MUNDO DE OVEJAS GRISES




Hoy en día, que está tan de moda esa muletilla de que "cada uno tiene su verdad", me parece interesante explorar los límites de tal aseveración.

En nuestro tiempo parece irrefutable (al menos a mí me lo parece) que "la verdad" es una construcción subjetiva.
Nadie puede tener todos los datos acerca de un fenómeno sino sólo los percibidos desde su propia perspectiva. 
Y esa perspectiva está teñida, además, de su propio clima subjetivo (emociones, modalidades perceptivas, etc.).
Lo interesante es que, si a usted le parece que esto es así (como a mí me lo parece) pasa a estar de acuerdo con la mayoría de las personas de esta época.

¿Y entonces qué sucede? 
¿Será que dimos con una "verdad" que es la misma para todos? 
¿Es posible tal escándalo epistémico?

Si estamos de acuerdo en que cada cual tiene su "perspectiva" ¿qué es lo que hace que estemos todos de acuerdo?
Ante esta declaración posiblemente más de uno reaccionará con una firme intención de diferenciarse. 
Porque otra "verdad de moda" es el mandato de no ser manada.
Todos queremos ser la oveja negra. 
Todos sentimos (o nos sentimos obligados a tener que sentir) cierto desprecio por esa entelequia dudosa llamada "masa".
Nadie quiere ser "masa". 
Es algo denigrante. 
Cosa de negro ¿vio?

Y así es como pasamos a formar, casi inadvertidamente, la manada de las ovejas negras.
Si hiciéramos un club de los fóbicos al rebaño para decirnos unos a otros lo originales que somos con respecto a los pobres boludos que "sólo obedecen normas" pronto nos daríamos cuenta de que no queda nadie afuera.
Todos nos sentimos parte de ese club. 
Porque cada uno se siente único y diferente. 
Y resulta que tenemos razón... en parte.

Opino personalmente (pero bastante seguro de que es lo mismo que lo que opina la mayoría) que una gran conquista social de nuestro tiempo es la de celebrar las diferencias.
Creo que unos de los grandes logros de la posmodernidad es la conquista del derecho a ser distinto. Conquista parcial, como cualquier conquista, pero conquista al fin.
Ahora todos somos "igualmente distintos"
Ése es el "sentido común" actual que viene a demostrar algo también bueno (al menos a mi entender) que es que no somos islas.
Que, como ovejas, ninguna es tan negra como pretende.
Y que es esa misma pretensión de ser ovejas negras la que nos reconcilia como rebaño. 
Y está bien que así sea. 
Porque no somos islas. 
Y sería terrible que lo fuéramos.
Si esto realmente sucediera, si sus opiniones fueran tan diferentes y únicas que no coincidieran con las de ninguna ideología vigente... entonces usted debería empezar a sospechar de estar sufriendo cierto trastorno de personalidad relacionado con el aislamiento.

Las ideología hegemónica imperante en nuestros días es el individualismo.
No es raro, entonces que la gran mayoría se sienta "oveja negra".
Es su manera narcisista (requisito del sistema) de definirse como parte del mismo.

Esta es la paradoja.
Si usted se siente oveja negra, confiesa implícitamente ser parte del mayor rebaño que jamás haya existido.

  • El rebaño de los que se dejaron cojer con la falacia individualista.
  • El rebaño que se dejó persuadir por la propaganda letal del self made man, el "autorrealizado" por sus propias fuerzas.
  • El rebaño de los persuadidos de que el egoísmo es la mejor manera de vivir.
  • El rebaño que camina indefectiblemente hacia el precipicio sin percibir estar rodeado de semejantes que podrían salvarlo.
  • El rebaño de los hipnotizados con su propio ombligo.



Entonces, a lo que voy es que, la verdad, de ser una construcción, nunca es individual, siempre es social. 
Necesitamos del consenso para saber que no estamos locos.
Y necesitamos saber que no estamos locos (aunque muchos pretendan que la locura es una gracia festejable).
El que tiene una fantasía romántica acerca de "estar loco" es porque nunca tuvo a la verdadera locura cerca.
Es, en definitiva, un ingenuo.

No sobreviviríamos sin consenso. 
Mal que le pese al pobre Nietzsche, no tenemos más remedio que ser rebaño.
Pero eso no es una desgracia. 
Es una bendición.
Es parte constitutiva del "don" de ser humano.
Somos incapaces por estructura de construir la plenitud de nuestra humanidad aislados.

¿Estoy diciendo entonces que "hay que ser masa"?
Todo lo contrario.
Estoy diciendo que hoy, la mejor manera de pasar a ser parte de "la masa" es autodefinirse como "oveja negra".
Eso es lo quiere el sistema.
Que uno se crea la falacia de "yo contra el mundo" para que estando aislado, sea más fácil de manipular.

La individualidad no es lo mismo que el individualismo.
El individualismo es como una exaltación maníaca de la ilusión de individualidad.

La verdadera individualidad se conquista dentro de una comunidad.
Sólo formando parte de algo más grande a nosotros mismos podemos tomar conciencia de nuestros talentos personales que, dicho sea de paso, están ahí para serles útiles a los demás.

Jamás aislados.
Si quiere curarse... busque amigos.

Ojalá surjan disensos. Así podemos enriquecer nuestra mirada grupal.

Comentarios