PEGOTES MOLESTOS
Si bien no estoy de acuerdo con el concepto budista de desapego universal, sí me parece que hay una forma de apego que, en mayor o menor medida, puede ser una de las principales causas de nuestra felicidad.
Conste que sólo digo "me parece" y por eso lo pongo en consideración para pensar.
Más que una "forma" de apego, sería un "objeto" de apego.
Es el apego al sufrimiento.
Creo que hay algún extraño mecanismo en nuestra psiquis, que nos "obliga" a perseverar en emociones autodestructivas.
Aquellas que, desde lo cognitivo, reconocemos sin duda alguna como "insanas" pero que, sin embargo, algo en nosotros insiste en aferrarse a ellas.
Ejemplo de esto pueden ser los celos, la avaricia, la procrastinación... la lista es larga, pero también entrarían acá, creo, el sadismo y el masoquismo.
Quizás también más de uno de nosotros haya tenido la "experiencia" de liberarse de alguno de esos perniciosos pegotes negativos.
Es mi experiencia personal que sí se puede (sin necesidad de terapia ni ayuda profesional de ningún tipo) aunque no pretendo decir con esto que me haya liberado de todos.
Pero cuando te librás de alguno es como un "click", algo repentino y automático que no es fácil de explicar. Como salir de una especie de estado hipnótico del cuál, una vez salido, no entendés cómo podés haber estado cautivo.
El cómo no lo sé, pero basta mirarse un poco para descubrir que, si bien te liberaste de alguno, te quedan muchos más de los que seguís siendo presa.
Por eso pregunto acerca de las posibles experiencia u observaciones que cada uno pudiera haber tenido con estos "pegotes molestos".
¿Será que el yo imagina que perdería algo de la propia identidad al abandonarlos?
¿Será que la intensidad emocional que nos proporcionan nos dan cierta ilusión de estar "más vivos"?
¿Será una forma retorcida de lidiar con el propio vacío?
¿Cómo creen ustedes que funcionan?
Los leo...
Conste que sólo digo "me parece" y por eso lo pongo en consideración para pensar.
Más que una "forma" de apego, sería un "objeto" de apego.
Es el apego al sufrimiento.
Creo que hay algún extraño mecanismo en nuestra psiquis, que nos "obliga" a perseverar en emociones autodestructivas.
Aquellas que, desde lo cognitivo, reconocemos sin duda alguna como "insanas" pero que, sin embargo, algo en nosotros insiste en aferrarse a ellas.
Ejemplo de esto pueden ser los celos, la avaricia, la procrastinación... la lista es larga, pero también entrarían acá, creo, el sadismo y el masoquismo.
Quizás también más de uno de nosotros haya tenido la "experiencia" de liberarse de alguno de esos perniciosos pegotes negativos.
Es mi experiencia personal que sí se puede (sin necesidad de terapia ni ayuda profesional de ningún tipo) aunque no pretendo decir con esto que me haya liberado de todos.
Pero cuando te librás de alguno es como un "click", algo repentino y automático que no es fácil de explicar. Como salir de una especie de estado hipnótico del cuál, una vez salido, no entendés cómo podés haber estado cautivo.
El cómo no lo sé, pero basta mirarse un poco para descubrir que, si bien te liberaste de alguno, te quedan muchos más de los que seguís siendo presa.
Por eso pregunto acerca de las posibles experiencia u observaciones que cada uno pudiera haber tenido con estos "pegotes molestos".
¿Será que el yo imagina que perdería algo de la propia identidad al abandonarlos?
¿Será que la intensidad emocional que nos proporcionan nos dan cierta ilusión de estar "más vivos"?
¿Será una forma retorcida de lidiar con el propio vacío?
¿Cómo creen ustedes que funcionan?
Los leo...
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