Presumo (o predigo, que es lo mismo que decir prejuzgo) que muchos de los que lean este título supondrán que lo que sigue se tratará de lo mal que está "juzgar al prójimo".
Nada más alejado de mi intención.
Soy una persona que vive juzgando al prójimo.
Soy una persona que vive juzgando al prójimo.
Basado en esta confesión, sé que les dejo picando a aquellos de juicio fácil que lo que voy a decir no es más que una "proyección".
También me expongo generosamente a que se juzgue todo lo que sigue como una "racionalización" de mis defectos.
Claro que, quien me acuse de esas cosas, me estará juzgando (o prejuzgando).
Lo cual no haría más que avalar mi hipótesis.
Y, por eso, voy a decir:
También me expongo generosamente a que se juzgue todo lo que sigue como una "racionalización" de mis defectos.
Claro que, quien me acuse de esas cosas, me estará juzgando (o prejuzgando).
Lo cual no haría más que avalar mi hipótesis.
Y, por eso, voy a decir:
QUIEN NO JUZGA NO ES HUMANO.
Es un dios o un idiota.
Y, a juzgar por las estadísticas, es mucho más probable que sea un idiota... sobre todo y especialmente si se cree un dios.
Y, a juzgar por las estadísticas, es mucho más probable que sea un idiota... sobre todo y especialmente si se cree un dios.
Aclaro que no pretendo hablar del "juicio lógico".
Ése que compone la tríada aristotélica de concepto-juicio-razonamiento. Porque ese tipo de juicio aséptico, completamente despojado de subjetividad, tampoco es juicio humano. Es más bien cosa de computadoras.
Ése que compone la tríada aristotélica de concepto-juicio-razonamiento. Porque ese tipo de juicio aséptico, completamente despojado de subjetividad, tampoco es juicio humano. Es más bien cosa de computadoras.
Lo que me gustaría, es que me ayuden a pensar mejor la siguiente proposición, que voy a decir con la irresponsabilidad que me caracteriza:
EL JUICIO AL PRÓJIMO ES EL NÚCLEO IRREDUCTIBLE DE TODO VÍNCULO.
Repito que hablo de juicio humano.
Ni divino, ni computacional.
Hablo de un tipo de juicio resultante de un cóctel diverso (según la persona particular de que se trate) de pensamientos, emociones y sensaciones.
Vemos particularmente en los obsesivos que, cuando más racionales pretenden ser, más víctimas son de una oscura e indómita afectividad.
Vemos que eso de "juzgar de forma racional" no es más que una entelequia o un desideratum.
No es cosa que pueda ser lograda por ninguna persona concreta que esté metida adentro de determinada carne.
Ni divino, ni computacional.
Hablo de un tipo de juicio resultante de un cóctel diverso (según la persona particular de que se trate) de pensamientos, emociones y sensaciones.
Vemos particularmente en los obsesivos que, cuando más racionales pretenden ser, más víctimas son de una oscura e indómita afectividad.
Vemos que eso de "juzgar de forma racional" no es más que una entelequia o un desideratum.
No es cosa que pueda ser lograda por ninguna persona concreta que esté metida adentro de determinada carne.
Nuestros juicios son siempre JUICIOS AFECTIVOS.
Es decir "afectados" por cosas tan profanas como la digestión, el clima, el estado de ánimo, etc.
También, que están afectados, casi invariablemente, por prejuicios.
Es decir "afectados" por cosas tan profanas como la digestión, el clima, el estado de ánimo, etc.
También, que están afectados, casi invariablemente, por prejuicios.
Creo que el vínculo humano más puro posible es la AMISTAD.
Y la amistad está posibiltada por el juicio.
¿Cómo me podría hacer amigo de alguien si antes (y durante) no lo juzgo?
¿Qué otra manera hay de saber si me agrada o desagrada una persona en particular?
Y la amistad está posibiltada por el juicio.
¿Cómo me podría hacer amigo de alguien si antes (y durante) no lo juzgo?
¿Qué otra manera hay de saber si me agrada o desagrada una persona en particular?
Un amigo es justamente aquél a quien menos se prejuzga.
Y eso es justamente porque es al que más se juzga.
Y eso es justamente porque es al que más se juzga.
El que prejuzga es porque quiere ahorrarse el trabajo de juzgar.
Porque para juzgar, hay que mirar al otro momento a momento, acto a acto.
El prejuicio consiste justamente en que miré una actitud una vez y la generalicé a la totalidad de las posibilidades del otro.
O sea, DEJÉ DE MIRAR.
El prejuicio consiste justamente en que miré una actitud una vez y la generalicé a la totalidad de las posibilidades del otro.
O sea, DEJÉ DE MIRAR.
Por eso, creo, es más difícil etiquetar a un amigo (a la manera de quien da un diagnóstico) porque esa operación mental requiere un distanciamiento generalizador que pierde, en el etiquetaje, la noción de persona única y particular. Que es justamente lo que cada amigo es: único y particular.
Es casi la misma causa por la que es tan difícil describirse a uno mismo... o a un hijo, o a la pareja.
Y creo que lo que hace esto posible no es ninguna racionalización elevada, sino algo tan poco racional como el amor.
Conste que digo "poco racional". No "poco inteligente".
Es mi creencia que en realidad NO HAY NADA MÁS INTELIGENTE QUE EL AMOR.
Conste que digo "poco racional". No "poco inteligente".
Es mi creencia que en realidad NO HAY NADA MÁS INTELIGENTE QUE EL AMOR.
Es el amor lo único que posibilita juicios justos. No la razón. La razón es incapaz de operar más allá del prejuicio.
Es el amor el único antídoto al prejuicio.
ES EL AMOR, por lo tanto, LO ÚNICO CAPAZ DE JUSTICIA.
Es el amor el único antídoto al prejuicio.
ES EL AMOR, por lo tanto, LO ÚNICO CAPAZ DE JUSTICIA.
Sé que a más un racionalista esto le va a hacer ruido.
Cortocircuitos cognitivos.
Cortocircuitos cognitivos.
"¿qué es la justicia?" podrá ser uno de éstos.
"¿qué tiene que ver el amor con la justicia?" podrá ser otro.
"¿qué tiene que ver el amor con la justicia?" podrá ser otro.
Intentar esas respuestas deberá ser tema de otros posts...
Todo esto en abstracto puede sonar bien o mal (según los prejuicios de cada uno).
Pero sería estéril si no llevara a ninguna aplicación práctica.
Una podría ser la siguiente:
Pero sería estéril si no llevara a ninguna aplicación práctica.
Una podría ser la siguiente:
¿Creés que tenés problemas psicológicos?
Si querés, también podés buscar un psicólogo.
Pero, más importante, BUSCÁ AMIGOS.
Es la mejor terapia.
Si querés, también podés buscar un psicólogo.
Pero, más importante, BUSCÁ AMIGOS.
Es la mejor terapia.
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